lunes, 13 de diciembre de 2010

DECLARACIÓN

Hoy hablé con él. Seguía enfadada por algún motivo que en ese mismo momento olvidé. Descolgué el teléfono con descaro y me mostré incisiva en un primer momento. Me daba una buena noticia pero yo, enturbiada por mi egoismo, no era capaz de darle una enhorabuena del todo sincera. Él seguía narrándome su vida, ajeno a mi actitud, hasta que escuché una serie de palabras tremendamente deliciosas. Una sonrisa de lo más estúpida ocupó mi cara, y ya, en ese instante, supe que me tenía atrapada.

Era una proposición. Una proposición cargada de futuro. No obtuvo respuesta, solo pudo escuchar mi risa adelantándose a todo lo que quería decirle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario