domingo, 29 de agosto de 2010

FRASECITA MAÑANERA

"Por suerte y por desgracia todo pasa".
Ahora aparece esta frase, dicha la semana pasada por mi cuñado, refiriéndose a la siguiente etapa de Paula: la guardería.
Yo tengo otros motivos.

sábado, 21 de agosto de 2010

PROMESAS INCUMPLIDAS

Puedo prometer y prometo que nunca más prometeré. Comienzo a coser mi gran bocaza aunque la muy canalla aún me sigue jugando malas pasadas. Funcionamos de manera independiente porque cuando ella habla yo no pienso pero lo peor es que luego me toca hacerlo para poder deshacer el lío en el que me ha metido. Es como si tuviera ahí otra persona que determinara por si sola. Ha llegado el momento de unificar criterios y sobre todo de ser respetuosas las una con la otra. Solo le he pedido que cuando algo no me apetezca, por favor se mantenga cerrada. Ella es impulsiva y le gusta proponer cosas que piensa que me van a gustar, ella en ese momento está plenamente convencida de qué lo voy a hacer y es por eso que habla sin ningún tipo de freno. Nos conocemos desde que nací y hasta donde llega mi memoria no han parado de sucerderse este tipo de capítulos. No sé por qué pero ahora confío más en ella y aunque esté dando los últimos coletazos sé que será capaz de mantener la calma. Aún así continuaré cosiendo.

domingo, 15 de agosto de 2010

AMISTAD CONTEMPLADA

Hasta ahora no me había dado cuenta que la amistad que mantengo con una amiga es más contemplada que practicada. Me recuerda a esos salones que veía de pequeña en casas de conocidos, donde todos los muebles estaban cubiertos por plásticos para conservarlos mejor, lo que significaba, que esa parte de la casa no era usada, sólo existía para ser mostrada como la joya de la corona. Volviendo al tema de la amistad, la mía, la que yo mantengo con una amiga es juzgada y proclamada por ella como algo muy especial, algo extraordinario. No digo que no lo sea pero cuesta concebir la amistad de esa manera, se podría decir, sin ser usada; es como tener una pareja que te encanta y no tocarla ni un pelo; es como tener la mejor amistad y no saber que la otra persona existe.

DESACOSTUMBRARSE

El otro día me paré a pensar en la palabra desacostumbrarse y en su escaso uso. Yo misma la tenía algo olvidada y no entiendo el motivo ya que es una palabra que me cautiva; todo lo contrario a su tan alienante antónima. Entiendo que ésta tendrá su connotación positiva aunque en los momentos que me encuentro me cueste descubrirla. Qué familiar es "no te preocupes, te acostumbrarás", ¿no?; ¿y si no qué pasaría? y si en realidad lo que pasa es que nos tenemos que desacostumbrar...este comentario podría descuadrar a cualquiera. El hecho de desacostumbrarse implica cambio y eso a su vez, miedo; aunque yo lo siento como el despojo de abrigos en verano.
Hoy para llegar a casa, después de un mes de vacaciones he optado por el camino más práctico, algo inconcebible en mí ya que tengo por costumbre dar el rodeo más innecesario por cualquier circunstancia extraña que lo justifique en ese momento. Después de este tiempo de desconexión absoluta, la sensación que he tenido al llegar a mi destino es que me he desacostumbrado de Madrid y no ha aparecido la necesidad de verla antes de cerrar la puerta a mis días estivales.

martes, 3 de agosto de 2010

AFERRARSE A LA VIDA


Oporto diariamente te muestra los destrozos que provoca la droga en las personas. Observo el comportamiento de aquellos cuerpos deteriorados, sumando más años que los biológicos. Admiro su persistencia por subsistir; están solos, deambulan, se rien de todo y se creen sus propios discursos; exigen tabaco, toman café en lugares elegantes simplemente para incomodar y a la vez reivindicar los pocos derechos que les permiten. Me pregunto por el sentido que les ata al mundo y no a la vida, esa ya se fue hace tiempo. Su dejadez les permite llevar ropa sucia, enseñar su cuerpo e incluso defecar en público, ya nada importa. Tengo la imagen de ese hombre que lucía un abrigo largo en verano, cruzando la calle corriendo para no ser pillado por un coche; entonces pensé, no quiere morir. Imagino como fue el momento del nacimiento de cada uno de ellos, si fue un momento de felicidad para su madre o simplemente un error; imagino sus cuerpos limpios recién nacidos, su inocencia y sus ganas de vivir, eso sí, contando con las posibilidades heredadas de sus familias, en la mayoría de los casos. Como decía un amigo mío, "todos tenemos capacidad", sí pero no todos las mismas oportunidades!

ALIMENTACIÓN VISUAL

He descubierto en mí otra necesidad básica: la alimentación visual. A Maslow, supongo que con las prisas se le olvidó incluirla. Para vivir, además de ingerir alimentos necesito alimentarme de lo que veo; mis ojos devoran todo aquello que les parece atractivo. Tantos años pasando hambre y es ahora cuando sé lo importante que es darles de comer. Mis ojos se abren cuando algo les gusta y por veces aparece el sufrimiento; mi cabeza, al no conocer bien esta nueva necesidad, busca cómo satisfacerles y no sabe qué hacer, ni por donde empezar; es en estos momentos cuando me viene la imagen de la abuela apretando fuertemente la cara del niño "porque es tan rico...", entonces supongo que esa abuela experimenta lo mismo que yo aunque ella opta por desfogar de esa manera tan poco delicada. Mi cabeza, en este tiempo ha aprendido que algo apetitoso no precisa de ser engullido sino simplemente de ser contemplado.

TU FUTURO

Natalia, pensando en el futuro, en el tuyo, te imagino saltanto de rama en rama, como una gran valiente, solventando cualquier historia que se te presente, esquivando cualquier obstáculo... todo eso lo has hecho y ahora llegaste al punto en que la siguiente rama está menos visible y algo más lejana; puede ser que te sirva alguna otra que te queda más cerca pero te desviaría del camino, del tuyo. Ánimo, yo sé que escogerás la correcta porque el miedo nunca te frenó por lo tanto nunca optaste por lo más fácil sino por lo que tú querías.

Natalia, yo quise saltar con red y ahora me enreda; tú te liberaste de ella, en el momento que caigas, treparás cual valiente.

LA SALIDA DE LA MOSCA

Por veces, creo experimentar lo que siente una mosca cuando sale por la única y diminuta ventana que puede poseer cualquier casa complicada. Imagino su boca abierta de par en par, imagino ese empacho de aire y ese oxígeno que la embriaga hasta no saber qué dirección tomar.