
Receta.
- un sábado noche.
- un bordillo de cualquier casa ajena.
- cerveza, whisky, ginebra (al gusto).
- cigarrillos (al gusto también).
- un buen amigo que no ves hace tiempo.
- una conversación sobre la "exaltación de la amistad" ininteligible.
Dejar macerar hasta las primeras horas de la mañana siguiente y "vualá" un rico rico plan. Eso sí, es algo copioso por lo que se recomienda, tener a mano después, una gran botella de agua, aspirinas y para los modernos, Bloody Mary.
¡Bon appétit!
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