martes, 3 de agosto de 2010

AFERRARSE A LA VIDA


Oporto diariamente te muestra los destrozos que provoca la droga en las personas. Observo el comportamiento de aquellos cuerpos deteriorados, sumando más años que los biológicos. Admiro su persistencia por subsistir; están solos, deambulan, se rien de todo y se creen sus propios discursos; exigen tabaco, toman café en lugares elegantes simplemente para incomodar y a la vez reivindicar los pocos derechos que les permiten. Me pregunto por el sentido que les ata al mundo y no a la vida, esa ya se fue hace tiempo. Su dejadez les permite llevar ropa sucia, enseñar su cuerpo e incluso defecar en público, ya nada importa. Tengo la imagen de ese hombre que lucía un abrigo largo en verano, cruzando la calle corriendo para no ser pillado por un coche; entonces pensé, no quiere morir. Imagino como fue el momento del nacimiento de cada uno de ellos, si fue un momento de felicidad para su madre o simplemente un error; imagino sus cuerpos limpios recién nacidos, su inocencia y sus ganas de vivir, eso sí, contando con las posibilidades heredadas de sus familias, en la mayoría de los casos. Como decía un amigo mío, "todos tenemos capacidad", sí pero no todos las mismas oportunidades!

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