Natalia, pensando en el futuro, en el tuyo, te imagino saltanto de rama en rama, como una gran valiente, solventando cualquier historia que se te presente, esquivando cualquier obstáculo... todo eso lo has hecho y ahora llegaste al punto en que la siguiente rama está menos visible y algo más lejana; puede ser que te sirva alguna otra que te queda más cerca pero te desviaría del camino, del tuyo. Ánimo, yo sé que escogerás la correcta porque el miedo nunca te frenó por lo tanto nunca optaste por lo más fácil sino por lo que tú querías.
Natalia, yo quise saltar con red y ahora me enreda; tú te liberaste de ella, en el momento que caigas, treparás cual valiente.
Natalia, yo quise saltar con red y ahora me enreda; tú te liberaste de ella, en el momento que caigas, treparás cual valiente.
Precisamente hoy, antes de leer este post, me estaba rondando por la cabeza proponerte alguna idea descabellada. Quizás una combinación de las dos estrategias sea la más adecuada, y si al final resulta que la piscina no tiene agua, en fin, lo habremos intentado.
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