Paula le ha regalado a mamá sus primeros pasos. Después de meses de dependencia, se ha soltado para elegir su propio camino. Pasó de los brazos al suelo, solicitando que la guiaran a todos los rincones pendientes de visitar. Ahora puede hacerlo ella sola, y lo que nos ha demostrado es que puede más la libertad que el miedo. Un buen aprendizaje para los que la observamos.
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